Caída de brillo de VY Scl

En la madrugada del 20 al 21 de septiembre de 2008, nuestro compañero Javier Temprano dio la alerta sobre la variable VY Scl, (constelación de Sculptor), pues la observó muy baja de brillo. De hecho, prácticamente había desaparecido. En la foto de la izquierda se aprecia la diferencia con una imagen de la misma estrella el año pasado.

La observación se realizó desde Santander, con telescopio de 0.25-m f/3.3 Schmidt-Cassegrain, y CCD ST-7XME, y arrojaba una magnitud de 17.46, aunque difícilmente se podía dar una medida precisa de la magnitud, pues estaba en el límite de lo que el instrumental podía captar.

Inmediatamente Javier Temprano dio el aviso al Observatorio Astronómico de Cantabria, donde a los pocos minutos nuestro compañero Javier Ruiz obtuvo una imagen de la estrella con el telescopio 0.40-m f/5.0 Ritchey-Chretien y CCD SBIG ST8-XME. Eran en torno a las tres de la madrugada del día 21.

En la imagen tomada desde el Observatorio sí se aprecia la estrella, aunque muy débil, arrojando una magnitud de 18,23.

Distintos observadores de ámbitos profesionales y amateur han mostrado su interés por hacer un seguimiento del fenómeno. Desde el Observatorio Astronómico de Cantabria también seguiremos monitorizando esta variable en los próximos días.

La AAVSO (American Association of Variable Star Observers) se encarga de coordinar a nivel mundial las observaciones de estrellas variables. Con fecha 2 de octubre de 2008, este organismo ha publicado una alerta reconociendo el hallazgo de Javier Temprano y haciendo un llamamiento a todos los observadores para vigilar la estrella, pues hacía años que no sufría una caída de brillo semejante.

La estrella VY Scl es una variable cataclísmica . Se trata de estrellas variables intrínsecas, es decir, varían de brillo por causas internas de la propia estrella (y no como otras variables, que lo hacen por eclipses de estrellas compañeras).

VY Scl, como las estrellas de su tipo, tiene un brillo constante durante la mayor parte de su tiempo, y esporádicamente sufre fuertes caídas de brillo de hasta cinco magnitudes, de manera no periódica ni predecible.